El sector de la climatización se encuentra sumergido en un momento de profunda transformación. En una época marcada por la necesidad de reducir emisiones, optimizar el consumo energético y avanzar hacia edificaciones más sostenibles, la aerotermia se ha consolidado como la gran protagonista de esta nueva etapa. Gracias a su capacidad para aprovechar la energía contenida en el aire exterior y convertirla en climatización y agua caliente sanitaria de forma eficiente y limpia, esta tecnología se ha erigido en una de las más valoradas por profesionales, proyectistas y usuarios finales.
A su vez, el mercado actual es uno que demanda soluciones capaces de responder con flexibilidad a distintos tipos de instalación, desde viviendas unifamiliares hasta edificios plurifamiliares o pequeños comercios. Una necesidad de personalización en cada proyecto que hace que los profesionales valoren más que nunca encontrar sistemas que ofrezcan rendimiento, fiabilidad y facilidad de integración, a la vez que reducen el impacto ambiental y los costes de operación.
Una serie de factores a los que la aerotermia responde de manera directa, posicionándose como la alternativa más coherente frente a los sistemas convencionales de calefacción y refrigeración, que dependen en gran medida de combustibles fósiles o de equipos menos eficientes.
La apuesta de GREE por la innovación en climatización
Conscientes de esta realidad, GREE se ha convertido en sinónimo de liderazgo y desarrollo tecnológico en el sector de la climatización. Con presencia en más de 190 países y regiones, la compañía ha construido una trayectoria basada en la investigación, la calidad y la búsqueda constante de soluciones energéticamente responsables. Su visión centrada en ofrecer productos que combinen confort, sostenibilidad y conectividad, le ha permitido anticiparse a las necesidades de un mercado en plena transición hacia modelos más respetuosos con el entorno.
En este sentido, las soluciones basadas en aerotermia de GREE representa esa filosofía en su máxima expresión. Su tecnología permite climatizar espacios y producir agua caliente sanitaria con un único sistema, aprovechando la energía renovable del aire exterior. Las unidades pueden trabajar con fancoils, radiadores, sistemas de suelo radiante o tanques de ACS, ofreciendo una enorme versatilidad para adaptarse a cualquier tipo de proyecto.
Adicionalmente, la integración avanzada de sus componentes, junto con un control inteligente y un diseño orientado a la eficiencia, sitúan a GREE en la vanguardia de la climatización moderna.

Versati Monoblock: la aerotermia hecha sencilla
Dentro de la gama Versati, la solución Monoblock representa la esencia de la innovación aplicada a la aerotermia. Se trata de un sistema compacto, concebido para simplificar la instalación y optimizar el rendimiento. Su diseño integra en una única unidad exterior tanto la bomba de calor como el kit hidráulico, lo que elimina la necesidad de instalar líneas frigoríficas y reduce significativamente el tiempo de montaje.
La Versati Monoblock puede conectarse directamente a sistemas de calefacción por suelo radiante, radiadores, fancoils o depósitos de agua sanitaria, e incluso coexistir con calderas de gas cuando se requiere una configuración híbrida. Está disponible en un rango de potencias que va de 4 kW a 16 kW, lo que permite cubrir desde pequeños apartamentos hasta viviendas unifamiliares de mayor tamaño.
La facilidad de instalación es uno de sus grandes valores. Al no requerir circuitos frigoríficos, el riesgo de fugas se minimiza y la conexión hidráulica se simplifica, convirtiéndose en una opción ideal para entornos residenciales donde la unidad exterior puede colocarse cerca del área de consumo.
Eficiencia, control y rendimiento incluso en condiciones extremas
La Versati Monoblock alcanza una clase energética A+++, lo que refleja su elevada eficiencia estacional. Su diseño permite una temperatura de salida del agua de hasta 65 °C, garantizando confort incluso en los días más fríos. El sistema mantiene un funcionamiento estable bajo condiciones climáticas extremas, lo que amplía su rango de aplicación en zonas de invierno severo.
El corazón tecnológico del equipo se basa en componentes de última generación: una bomba de agua Inverter, un intercambiador de calor de placas de alta eficiencia, y un compresor de inyección de dos etapas desarrollado y patentado por GREE. Este conjunto permite una regulación precisa de la temperatura y una notable mejora en la capacidad calorífica a bajas temperaturas exteriores. El motor del ventilador BDLC DC Inverter contribuye a reducir el consumo eléctrico y el nivel sonoro, aspectos cada vez más valorados en entornos residenciales.
El sistema incorpora doble sensor de temperatura y una función de desinfección a 80 °C, que garantiza la eliminación de bacterias en el circuito de ACS mediante resistencia eléctrica de apoyo. A nivel de gestión, la unidad ofrece control WiFi y compatibilidad con Modbus, facilitando la integración en sistemas BMS o en proyectos de domótica avanzada.
Entre sus modos de funcionamiento destacan las opciones automático, fuera de casa, silencioso y suelo radiante, permitiendo adaptar la operación a las condiciones de uso y al perfil de cada instalación.
Su diseño compacto, su conectividad y su tecnología de compresión avanzada la convierten en un referente dentro de la climatización residencial moderna