Miércoles, 04 Julio 2018 23:06

MARTA MARGARIT - Secretaria General de SEDIGAS

foto entrevista marta margaritSEDIGAS, es la Asociación Española del Gas, una asociación sin ánimo de lucro constituida en 1970 gracias a la iniciativa de las empresas de gas canalizado de España que agrupa a todas las empresas, entidades y personas físicas comprometidas con el desarrollo de la industria del gas canalizado.

¿Cómo y cuándo nace SEDIGAS? ¿Cuál es el objetivo de la asociación?

En 1970 las empresas del sector gasista español constituyeron la Asociación Española del Gas, actualmente Sedigas, con el ánimo de hacer crecer un sector que se iniciaba por aquél entonces. Actualmente, la Asociación tiene como objetivos fundamentales fomentar el uso del gas como elemento clave del desarrollo económico en nuestro país y como garantía de la calidad de vida de las futuras generaciones, así que velar por los intereses de sus miembros. 

El gas natural es la energía convencional de menor impacto ambiental, tanto global como local, que participa de la consecución de los objetivos ambientales 2030 y 2050, además de tener un suministro asegurado.   

¿Cómo está estructurada? ¿Con cuantas empresas asociadas cuentan en la actualidad y como están agrupadas?

Sedigas integra tres tipos de miembros entre sus socios. Las empresas cuya actividad es el transporte, distribución o comercialización de gas. Las asociaciones de empresas y empresas proveedoras de productos y servicios para la industria. Y los socios individuales. Actualmente somos casi 170 socios y cualquier asociación, empresa o particular interesado en el sector gasista puede asociarse.

¿Qué actividades desarrollan dentro y fuera de nuestro país?

Sedigas es un punto de encuentro de las empresas del sector donde, trabajando por comités, se desarrollan proyectos para el desarrollo del mercado y fomento del gas canalizado. Además, desde Sedigas se realiza una intensa labor de colaboración con la Administración para dar apoyo al análisis y a la actualización de la regulación para que se vaya adaptando a la evolución del mercado.

Por otra parte, nuestra actividad técnica se centra en la normalización de las exigencias de seguridad y calidad inherentes a la industria del gas, la formación a través de cursos y seminarios; y la certificación como entidad de Certificación por la Entidad Nacional de Acreditación (ENAC).

Actualmente se están incrementado el uso del gas en el sector transporte (vehículos, ferrocarril, barcos). ¿Cómo va a beneficiar el uso del gas natural para obtener un aire más limpio?

El gas natural es el mejor combustible para reducir los contaminantes que ensucian la calidad del aire de nuestras ciudades. En concreto, su utilización en el transporte tanto terrestre como marítimo reduce más de un 85% las emisiones de óxidos de nitrógeno, el 100% de las emisiones de óxido de azufre y casi la totalidad de las partículas en suspensión (MP). 

El informe de KPMG sobre la calidad del aire de 2017, pone de manifiesto que una sustitución del 5% de vehículos pesados y turismos de gasolina y diésel, por un parque de gas natural, reduciría las emisiones de casi todos gases contaminantes entre un 1,5% y un 5%.

En España, actualmente más de 8.000 vehículos circulan ya con gas natural (autobuses en un 40% y camiones de recogida de residuos en un 29%), frente al millón que circulan en Italia, los 400.000 en Ucrania o los 100.000 en Alemania. Pero este número va en aumento; en 2017, las matriculaciones de vehículos a gas natural, aumentaron en nuestro país un 112%. Por otro lado, se está trabajando en aumentar el número de gasineras disponibles; así pues, en 2018 se espera pasar de las actuales 57 puntos de repostaje a más de 100 gasineras.

En cuanto a GNL marítimo, las zonas libres de emisiones (ECAs) en aguas de todo el mundo, designadas por la Convención Internacional de Prevención de la Contaminación de Barcos (MARPOL), han colocado al gas natural licuado (GNL) como la mejor alternativa al fueloil, ya que, por sus características, facilita el cumplimiento de las normas internacionales de restricción de emisiones. España, líder europeo en GNL, tiene capacidad para ser el gran referente en Europa. Proyectos europeos están facilitando la construcción de la infraestructura necesaria para que los principales puertos españoles dispongan de instalaciones de este tipo.

La demanda de gas ha incrementado 9,1% el último año llegando a una cobertura del territorio español de casi el 79%. ¿Qué perspectivas de crecimiento se prevén para el 2018-19? ¿El sector industrial crecerá más que el doméstico? 

La demanda de gas creció un 9,1% en 2017 y la industria gasista sigue expandiendo su red llegando al 79% de la población.

La previsión de la demanda para 2018 es de 350 TWh (2018 ~ 2017 ) y un incremento de la demanda convencional hasta 65 TWh (+2,8 TWh) promovida por una climatología no tan cálida como en 2017, el crecimiento de la economía y nuevos puntos de suministro. 

En lo que va de año la demanda de gas natural está creciendo cerca de un 7,4% con respecto al mismo periodo del 2017, impulsada sobre todo por la demanda convencional (+8%). El consumo industrial, que representa aproximadamente el 60% de la demanda nacional, esta aumentado en torno a un 5%, en línea con la buena evolución de la economía.

El uso del gas natural en instalaciones de refrigeración en el sector terciario, ¿en qué zonas geográficas crece más?

Las bombas de calor a gas por ciclo de compresión (conocidas también por su acrónimo en inglés, GEHP, derivado de la expresión “Gas Engine driven Heat Pumps”) pueden cubrir los servicios de calefacción, refrigeración y agua caliente sanitaria. Son equipos de muy alta eficiencia energética, equiparables a las bombas de calor eléctricas en cuanto a consumo de energía primaria. Al igual que éstas, se basan en un ciclo termodinámico de compresión por la acción mecánica de un motor, en unas eléctrico y en las otras de combustión de gas.

Entre las ventajas de las GEHP destacan, por un lado, sus mínimos requerimientos de suministro eléctrico para su funcionamiento, aspecto a considerar en picos de alta demanda eléctrica por olas de calor o con instalaciones eléctrica saturadas, así como en zonas muy alejadas de las redes de suministro eléctrico. Por otro, ya sea en modo calefacción o refrigeración, permiten el aprovechamiento del calor residual generado por refrigeración del motor para usos térmicos adicionales, como la producción de agua caliente.

En cuanto a zonas geográficas, el uso del gas para aire acondicionado tiene más extensión en las áreas de climatología más suave en invierno y más calurosa en verano, esto es, a lo largo de la mayor parte del litoral mediterráneo. 

Años atrás SEDIGAS organizaba un congreso anual del sector gasista con exposición de empresas del sector y publicaba un anuario del gas en el que se reflejaban las ponencias del congreso. Ahora se sigue realizando el congreso anualmente pero sin exposición. ¿Piensan retomar esta iniciativa o algo similar, ahora que parece que las miniexposiciónes retoman auge?

Precisamente este año hemos realizado un cambio importante en el formato de nuestra Reunión Anual, que en breve va a cumplir su cincuentava edición. Medio siglo es mucho tiempo y el evento ha ido adaptándose, periódicamente, a los cambios del sector energético. Nuestro sector transita ahora mismo en un proceso de cambio que afrontamos como un reto ilusionante, sin perder nuestra identidad. 

En esta ocasión, hemos apostado por un formato de congreso muy orientado al debate climático y a cómo el gas natural y el gas renovable van a ejercer un papel determinante en la transición energética, la mejora de la calidad del aire y la consolidación de la economía circular. A las sesiones plenarias que siempre hacíamos, en esta edición hemos sumado diferentes workshops temáticos cuya aceptación y participación ha sido muy positiva. Del mismo modo, los asistentes han valorado el esfuerzo por atraer ponentes de primer nivel. 

¿Cuál es el futuro del gas en una economía baja en carbono?

La transición energética tomó impulso con el convenio de Paris del 2015 donde Europa tomó el liderazgo para establecer medidas para la reducción de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) a través de la mitigación, adaptación y resiliencia de los ecosistemas a efectos del Calentamiento Global. 

Las medidas establecidas por Europa no sólo giran alrededor de la reducción de los gases GEI sino también a la introducción de las renovables y mejorar la eficiencia energética como instrumento para la reducción del consumo energético. Es un camino en 3 etapas: 2020, 2030 y 2050, cada una de las cuales es un nuevo reto para la sociedad; es por ello que no podemos mirar al 2050 sin valorar primero los resultados 2020 y planificar los objetivos 2030.

Hoy podemos decir que, estando próximo el 2020, el gas ha contribuido a conseguir los objetivos de España, dado que compitiendo con otras energías, sólo en 2017 ha logrado evitar más de 25 millones de toneladas de CO2 equivalente; esto es así porque desplaza otros combustibles más contaminantes y menos eficientes. Además, la tecnología a gas permite la penetración de renovables eléctricas, ciclos combinados, y no eléctricas en el sector residencial y terciario.

Mirando el horizonte 2030 el gas vuelve a ser clave para alcanzar los objetivos no vinculantes de Europa. Un estudio de la consultora KPMG, que toma como base el Reference Scenario 2016 de la Comisión Europea, indica que teniendo en cuenta las singularidades de España, los objetivos se cumplirán a un menor coste para el usuario final. Esto es, si utilizamos el gas natural para sustituir combustibles más contaminantes en el sector residencial y terciario, podríamos obtener un ahorro de hasta 266 millones de euros. Además se obtendrían mejoras adicionales en eficiencia energética, en calidad del aire y reducción de CO2 equivalente.

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