La descarbonización de la economía española pasa de forma ineludible por la transformación del transporte. Y es que este sector concentra alrededor de una cuarta parte de las emisiones nacionales de gases de efecto invernadero, con un impacto directo en la calidad del aire de las ciudades y en la dependencia energética del país. Por esta razón, sustituir progresivamente los motores de combustión por vehículos eléctricos representa tanto una reducción sustancial de CO₂ y contaminantes locales, como una oportunidad para mejorar la eficiencia energética global. 

Según datos de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC), a finales de agosto de 2025 España contaba con algo más de cuarenta y ocho mil puntos de recarga de acceso público en funcionamiento, un incremento de casi un seis por ciento respecto a diciembre de 2024. Solo en el primer trimestre se instalaron más de siete mil seiscientos puntos adicionales, lo que representa un 20% de crecimiento. Sin embargo, cerca de trece mil permanecen fuera de servicio, lo que limita el aprovechamiento real de la red.

Otro dato que ilustra la evolución de la infraestructura es el crecimiento de la carga rápida y ultrarrápida. Los cargadores de entre cincuenta y doscientos cincuenta kilovatios han experimentado un aumento cercano al setenta y seis por ciento en lo que va de año, y los que superan los doscientos cincuenta kilovatios se han incrementado en torno al cincuenta y siete por ciento.

Pese a que España cuenta ya con más de tres mil puntos de carga ultrarrápida distribuidos en casi cuatrocientos municipios, un progreso más que notable, sigue exigiendo inversiones sostenidas para cubrir las principales rutas de transporte de mercancías y pasajeros.

De la cantidad a la calidad: exigencias para un despliegue sólido

Pero el avance cuantitativo de la red es solo una parte de la ecuación. Para que la electrificación del transporte sea realmente eficaz, la infraestructura de recarga debe diseñarse con los más altos estándares de calidad, seguridad y eficiencia, de modo que responda tanto a las necesidades de los usuarios como a las de los profesionales encargados de la instalación y el mantenimiento.

Los equipos deben asegurar una disponibilidad elevada, diagnósticos remotos y mantenimiento simplificado. Igual de esencial es la seguridad eléctrica: la protección frente a fugas de corriente, la monitorización del aislamiento y la capacidad de desconexión ante fallos graves no son opcionales, sino requisitos normativos y de responsabilidad civil.

Factores a los que se ha de sumar la necesidad de medición certificada que permita una facturación transparente y la integración con sistemas de gestión energética, imprescindible tanto para redes públicas como para operadores de flotas.

Socomec: soluciones técnicas de referencia para EVCI

En este escenario, los fabricantes que desarrollan productos específicamente concebidos para la infraestructura de carga de vehículos eléctricos desempeñan un papel determinante. Socomec se ha posicionado como un referente al ofrecer un catálogo de dispositivos que cubren con rigor las exigencias de la recarga en corriente alterna y en corriente continua, aportando modularidad, comunicación avanzada y certificaciones que garantizan la máxima fiabilidad.

Para las instalaciones de corriente alterna, habituales en aparcamientos públicos, entornos residenciales y estaciones de carga semirrápida, destaca el medidor de energía COUNTIS P34. Este equipo permite cuantificar con precisión la energía consumida por cada vehículo, con certificación MID que asegura la validez de los datos a efectos de facturación. Su conexión puede realizarse tanto de manera directa como mediante transformador de corriente, y dispone de comunicación Modbus RS-485, Ethernet o salida por pulsos, lo que facilita su integración en plataformas de monitorización y control energético.

Complementando la medición, la protección diferencial se confía al RESYS N40 y a los núcleos Delta IC 15, capaces de detectar fugas de corriente alterna con una sensibilidad que parte de los 30 mA. Esta posibilidad de seleccionar diferentes tamaños de núcleo permite adaptarse a la sección de los conductores y a la potencia de cada punto de recarga, asegurando un disparo rápido y fiable ante cualquier fuga.

En el ámbito de la corriente continua, imprescindible para la carga rápida y ultrarrápida, las exigencias técnicas se intensifican y Socomec responde con una gama igualmente especializada. El medidor COUNTIS EVDC registra la energía suministrada en potencias de hasta 600 A mediante derivación de medición externa, ofreciendo comunicación por Modbus RS-485 y salida de pulsos para garantizar la trazabilidad del consumo incluso en instalaciones de muy alta potencia. El dispositivo de monitorización de aislamiento ISOM K-15EV permite vigilar de forma permanente la resistencia de aislamiento en redes de régimen IT hasta 1.000 VDC, detectando tanto fallos simétricos como asimétricos antes de que se conviertan en un riesgo para los usuarios o en una avería costosa para el operador.

La protección diferencial en entornos de corriente continua encuentra respuesta en los mismos RESYS N40 y Delta IC 15, configurados para aplicaciones mixtas y capaces de adaptarse a distintos niveles de sensibilidad. Como elemento de seguridad y mantenimiento, el interruptor seccionador con fusible FUSERBLOC facilita la desconexión rápida de la línea de carga, protegiendo la instalación frente a sobrecorrientes y permitiendo trabajos de servicio sin necesidad de cortar el suministro al resto de la estación.

Cada uno de estos dispositivos se caracteriza por su diseño modular, que simplifica la instalación y el mantenimiento, y por su compatibilidad con protocolos de comunicación estandarizados, lo que facilita la integración en sistemas de gestión centralizada. La certificación MID de los medidores, la capacidad de los relés diferenciales para actuar con umbrales ajustables y la robustez de los interruptores de seccionamiento aportan la confianza necesaria tanto a los operadores de infraestructuras como a las empresas instaladoras.

Más información en la web de SOCOMEC.