Miércoles, 23 Junio 2021 10:56

¿Son las Bombas de Calor, Aerotermia, las encargadas de descarbonizar las salas de calderas?

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Desde que James Watt, alrededor del 1775, realizó un artefacto de unos 150 l de capacidad y fue capaz de producir vapor, han sido muchas las mejoras e innovaciones aplicadas en las calderas hasta llegar a nuestros días

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Hoy en día las calderas han evolucionado tanto, que sus rendimientos están por encima del 100 %, una pequeña trampa matemática que representa la gran evolución de las calderas desde 1775 hasta el lanzamiento de las calderas a gas de condensación en el 1985. 

Pero una directiva de la UE del 2009, donde establece que las bombas de calor por encima de un umbral de rendimiento serán consideradas o se consideran energías renovables, ha cambiado por completo la perspectiva del mercado de las calderas y ha puesto en el centro de la prescripción de proyectos el debate de cuál es la mejor opción para la calefacción y la producción de ACS de las actuales y futuras salas de “calderas”. 

Estamos viviendo una vorágine tecnológica jamás vivida en otras épocas, es una época donde la velocidad exponencial de las innovaciones y las patentes nos está llevando a una sensación de incapacidad de concretar, qué tecnología es la idónea para cada una de las diferentes demandas o casuísticas que nos plantean los nuevos proyectos. Si miramos, por un momento, el mercado automovilístico y haciendo un símil entre motores de combustión y motores eléctricos con calderas de combustión y bombas de calor, podríamos vaticinar que estamos en el principio del fin de las calderas de combustión. Pero este símil contiene un pequeño secreto técnico; en el mercado automovilístico no debemos contrarrestar bacterias ni pasteurizar los depósitos, tratamientos imprescindibles para cualquier sala de calderas de pública concurrencia. Por lo tanto, no podemos sustituir calderas por bombas de calor sin conocer y calcular minuciosamente el proyecto que vayamos a abordar.

Las calderas nos ofrecen algunas ventajas respecto a las bombas de calor, una de las más evidentes es la inversión, hoy en día el €/kW de compra de equipos no tiene comparativa posible, las calderas de condensación están alrededor de 55 €/kW de potencia nominal y las bombas de calor están alrededor de 450 €/kW de potencia nominal. A nadie se le escapa que con ese diferencial de coste las bombas de calor no serían viables para las actuales y futuras salas de “calderas”, ¿por qué entonces las bombas de calor están ganando mercado a las calderas?. Luego hablaremos del por qué están ganando la partida las bombas de calor a las calderas. Por ahora nos centramos en diferentes ventajas de las calderas.

Una primera ventaja es la capacidad de producción que tenemos con las calderas de condensación. Al disponer de mucha potencia en poco espacio el sistema proyectado obtiene respuestas al consumo de ACS de alta velocidad, es decir, podemos recuperar sistemas de ACS de grandes volúmenes y pasteurizarlos en un corto espacio de tiempo. En sistemas instalados en proyectos terciarios y hospitalarios la desinfección térmica es un método que se utiliza casi semanalmente y es una premisa muy a tener en cuenta por el proyectista. 

En segundo lugar, y como ya hemos comentado anteriormente, pero quisiera hacer hincapié por su importancia, es el pequeño espacio que hoy en día pueden llegar a ocupar las calderas. Podemos disponer de hasta 900 kW en una pared de 6 m de longitud, una ventaja muy interesante en reposición o en obra nueva, que ayuda a instalar sistemas de alta potencia en poco espacio. 

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Teniendo en cuenta estas ventajas se hace difícil no optar por una instalación de calderas para los proyectos con altas demandas térmicas en calefacción y ACS,  como también en el calentamiento de piscinas deportivas. Parece evidente que las ventajas descritas no son suficientes para ganar la partida a la aerotermia.

Hoy en día todas las leyes aplicables en las instalaciones mecánicas, tanto en obra nueva como en reposición, exigen la aportación de energías renovables, y en el caso de las calderas de condensación no cumplen por sí solas ese requisito, por eso deben ir acompañadas de un sistema renovable que en la mayoría de los casos siempre ha sido la solartermia. El nuevo RITE, de aplicación 1 de julio del 2021, obliga a justificar la instalación de sistemas térmicos convencionales en vez de otros sistemas más eficientes y sostenibles en edificaciones, tales como la bomba de calor geotérmica con suelo radiante o la hibridación de energía solar térmica con caldera de gas natural. Una de las batallas perdidas de las calderas respecto a las nuevas tecnologías es la cada vez más extendida, obligada y demandada utilización de energías renovables, por otro lado, lógica y razonable. 

La apuesta inequívoca e imprescindible por las energías renovables podría ser la sentencia de muerte de las calderas, pero existe el primer elemento de la tabla periódica, ¿El hidrógeno podrá ser capaz de devolver a las calderas su protagonismo en la producción de calor? Por ahora los prototipos y pruebas realizadas apuntan de que el hidrogeno podría ser un aliado en la descarbonización de las futuras salas de calderas, pero el camino todavía es largo por recorrer y no exento de obstáculos.

Retomando la pregunta, ¿por qué entonces las bombas de calor están ganando mercado a las calderas?. Bajo mi punto de vista y gracias a que la aerotermia actual cumple con el nuevo CTE , nuevo RITE y el resto de normativas aplicables para la producción de calor con energías renovables, y siendo capaz de impulsar en calor por encima de los 65ºC, la partida al mercado de producción de calor la está ganando la aerotermia. Aun teniendo un par de desventajas, como la inversión de compra del sistema de aerotermia, y la incidencia en arquitectura exterior. Por otro lado, no podemos olvidar que un sistema de aerotermia nos proporciona el 3 x 1 ; añade la posibilidad de aportación de frío a nuestra instalación.

Teniendo en cuenta los anteriores argumentos la respuesta a la pregunta, ¿Son las Bombas de Calor, aerotermia, las encargadas de descarbonizar las salas de calderas?, no puede ser binaria. Evidentemente, podemos realizar proyectos donde será imposible incorporar aerotermias por el elevado consumo de ACS y habrá otras casuísticas en las que no podremos instalar calderas por no disponer de suministro de gas, o vayamos a sustituir calderas de gasoil en entornos rurales. Cierto es que la descarbonización ya es una realidad en el ámbito de la movilidad y debe ser también una realidad en el ámbito de la edificación, gran parte de las emisiones de CO2 son producidas en este ámbito, tanto las nuevas aerotermias con los refrigerentes naturales presentes de manera natural en la biosfera y el hidrogeno verde como combustible sustituto del gas natural serán las encargadas de descarbonizar nuestras futuras salas de “calderas”. 

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